La posibilidad de contraer enfermedades infecciosas como la hepatitis, el sida, la tuberculosis, el tétanos o la gripe es uno de los riesgos del trabajo policial. Esta enfermedades son transmitidas por los denominados agentes biológicos patógenos, que, desde un punto de vista preventivo, se definen como microorganismos susceptibles de producir enfermedades, infecciones, alergia o toxicidad …